Esta receta de crema de anacardos es la bomba, sobre todo para los que como a mí nos encanta el queso.  ¿He dicho queso? pues si, pero es vegano, je je je pues no lleva queso y si te lo recuerda. Ummmm que rico que está.

En casa siempre nos ha gustado eso de tomar entremeses con cremas, patés y quesos… los famosos “dips” y yo los echaba de menos hasta que descubrí esta receta. La primera vez que lo preparé mi marido me miraba extrañado, porque era esa época en que yo comenzaba más en serio mi alimentación vegana. Eso del queso no entraba en mis pensamientos. Y me preguntaba, ¿pero qué tipo de queso es? La verdad es que fue todo un éxito.

Ahora ya forma parte de nuestra alimentación y estoy convencida que os va a encantar ;O)

• 1 taza de anacardos crudos (remojados durante unas 3 horas)
• 2 cucharadas soperas de levadura nutricional (yo utilizo esta)
• El zumo de ½ limón
• 1 pizca de sal
• 1 cucharada de finas hierbas, albahaca, orégano (o la especie que prefieras)
• Un poco de agua mineral (ir probando según te guste de cremoso)

1. Se ponen los anacardos, previamente remojados y lavados, en el procesador de alimentos (o batidora potente) con la levadura nutricional, la sal y el zumo del limón. Triturar unos minutos hasta que se ponga suave. (No desesperes, te aseguro que se acaba poniendo bien cremoso).
2. Busca esa cremosidad y  sabor deseado. Quizás necesites utilizar un poquito de agua o mas sal. Ya es todo a tu gusto. Acostúmbrate a ir probando lo que vas preparando.
3.  Echar en un bol y espolvorear la especie elegida mezclando bien, y dipear, que toca.
4. Untar sobre crackers integrales o de semillas, con hojas de endivias o tiritas de zanahorias…. Ñam ñam, que aproveche.

En menos de 10 minutos tienes una riquísima crema de anacardos como una estupenda alternativa al queso. En teoría aguanta unos días en la nevera, pero ya no se decirte cuantos porque siempre lo acabamos en el día.
Ya me contarás que tal ;O)

    Los anacardos que sean crudos por favor, ya sabéis que los frutos secos son buenos para la salud siempre y cuando no estén fritos en aceite, recubiertos con sal o  azúcar.

Los anacardos contienen grasas saludables que nos protegen contra enfermedades cardiovasculares y cancerígenas. Son una excelente fuente de minerales por lo que nos ayudan con nuestra salud ósea.